La preparación superficial es clave para garantizar el rendimiento de cualquier revestimiento. Cualquier contaminación en la superficie va a crear zonas donde ZINGA no estará en contacto directo con el acero, lo cual altera su conexión electroquímica, el flujo de electrones y por lo tanto la protección catódica. Por lo tanto, la superficie debe estar libre de:

  • Suciedad
  • Aceites y grasas
  • Sales
  • Escamas

Hay tres formas de eliminar las impurezas de la superficie:

  • Limpieza con solvente
  • Limpieza con detergente
  • Limpieza al vapor

La limpieza con solvente sólo se recomienda para aplicaciones pequeñas, no-críticas, se puede utilizar Zingasolv. Se prefiere la limpieza con detergente sobre la limpieza con solventes; pero la limpieza con vapor a 80°C es la preferida para conseguir la superficie limpia requerida para la aplicación de ZINGA.

La limpieza correcta del acero para la aplicación de ZINGA

El segundo paso para la preparación de la superficie, es la creación de un perfil de anclaje. Esto asegura la adherencia del revestimiento al sustrato. ZINGA solo se adhiere adecuadamente sobre una superficie rugosa.

Un perfil de anclaje consiste en un perfil de profundidad y en un perfil de rugosidad. Para una buena adherencia de ZINGA, Zingametall aconseja una profundidad de perfil entre Rz 50 y 70 micras y una rugosidad Ra 12.5.

Para crear esta rugosidad, el sustrato debe ser granallado o impactado con un producto abrasivo, de acuerdo con SA 2.5 (limpieza), o mediante el uso de un cepillo de acero para aplicaciones en áreas pequeñas que no sean críticas. Si la superficie ya tiene la rugosidad adecuada (debido a la intemperie o a un tratamiento anterior), la superficie también puede ser limpiada a SA 2.5 mediante lavado a alta presión. Siempre tenga en cuenta: ¡el rendimiento de ZINGA depende directamente de la calidad de la preparación superficial!

Grado de limpieza según ISO 8501-1